Trinidad, música y trovadores siempre

Bessie Rodríguez Landestoy
La trova cubana ha tenido como elemento de inspiración temas que expresan admiración y respeto a los que lucharon por la gesta independentista. Otros temas aludidos en las canciones trovadorescas son la admiración por el paisaje cubano, el amor a la mujer y su belleza. Santiago de Cuba es considerada por los estudiosos de la música como una zona con fuertes corrientes de la trova cubana. La ciudad celebra anualmente el festival Pepe Sánchez. Este convoca y reúne anualmente a músicos, investigadores y amantes del género. Pues, en la oriental provincia, desarrollaron su actividad artística decenas de famosos trovadores como Miguel Matamoros, Pepe Sánchez y Sindo Garay. Al mismo tiempo, el resto del país aportó otros destacados: Alejandro García Caturla, Miguel Companioni, Rafael Gómez (Teofilito) y Félix Reina.
La ciudad de Trinidad igualmente vibra de gozo con las notas y cuerdas de las guitarras. Acompañada de las voces de destacados músicos, cada 13 de noviembre se homenajea a quienes han cultivado la canción trovadoresca, y así se celebra la fecha.
El territorio se place en que figuras desde la talla de Catalina Berroa, pasando por Lico Jiménez, Julio Cueva hasta Isabel Béquer, Pedrito González, Carlitos Irraragori, Paver Esquerra hayan sido sus hijos pródigos.
Enrique Zayas Bringa, hijo Ilustre de la Ciudad, destacado musicólogo y compositor, en una de sus conferencias magistrales en el Centro de Documentación “Casa Malibrán” hizo un recordatorio de importantes personalidades trinitarias, que aportaron a la cultura musical. Andrés Lara, fue presidente de un grupo que se llamó Santa Cecilia. Aníbal González, ex miembro de la Banda Municipal de Concierto. Carlos Díaz, destacado intérprete, nacido en la calle de Amargura. Aseguró Zayas que “Trinidad fue el pueblo primogénito de América Latina que recibió al primer europeo para estudiar música”, según información que aparece en el libro La verdadera historia de la conquista de América.

Otro tema abordado por el especialista durante el intercambio fue la divulgación de cualidades particulares sobre trovadores trinitarios ya fallecidos: “Eduardo Hernández, el profundo de Trinidad. Tocaba muy bien el contrabajo. Chino Puerta, trovador incansable y admirado por los pobladores. Carlos Díaz Entenza fue considerado el cantante más desarrollado de la ciudad, realizaba serenatas nocturnas y cantaba con los Hermanos Castros. Sin olvidar la figura de María Jones De Castro, pianista y compositora trinitaria. Ayudó a la construcción del Conservatorio de La Habana. Perico Téllez, quien conformó el son trinitario. Y Julio Fernández Colina, fue el único espirituano que ganó un premio Grammy, además de haber sido la voz prima de Compay Segundo”.
La trova trinitaria, en su composición emplea y utiliza un vocabulario delicado y armonioso que se deja oír en serenatas y fiestas. Son canciones con letra poética y constituye una firme expresión de legítima cubanía. En la actualidad Trinidad exhibe un abanico musical. Desde boleros, danzones, guarachas hasta otros internacionales como el rock, el reguetón y el jazz.