Marianki Torres, paradigma de superación profesional

Bessie Rodríguez Landestoy
A las puertas de su 24 aniversario, un grupo de trabajadores de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, consagrados en la salvaguarda del patrimonio material e inmaterial, ha llevado a cabo numerosos proyectos culturales y sociales de rehabilitación y reparación de viviendas. Detrás de labores como las del poblado Manaca Iznaga, Las Tres Cruces y la calle Independencia, entre otras de invaluable importancia y servicio a la comunidad, existe la abnegación de gente que ha sido pilar de la misión institucional.
Fundadores, técnicos y especialistas llegan a esta celebración con metas, proyectos y propósitos cumplidos también en sus ideas conceptuales. Los iniciadores fueron muchos, pero solo 8 se mantienen activos: Víctor Echenagusía Peña, Manuel Leovigildo Ruiz Silva, Osley Ponce Iznaga, María Marlene León Grau, Elvia González Torres, Rosela Ayala Hernández, Idalia Gabriela García Colina y Marianki Torres Torres.
El nacimiento de esta entidad ha sido un colofón de oportunidades de superación y práctica profesional. Talleres de capacitación, intercambio con colaboradores nacionales e internacionales, posgrados, maestrías, coloquios, universalización, etc… han llegado justo a la medida de los interesados.

Marianki Torres deviene paradigma de cómo abrirse camino a través de las posibilidades que brinda la Oficina. A pesar de que predomina en ella la timidez y las palabras cortas y precisas sus ansias de superación la llevaron a crecerse hasta convertirse en Técnico del Centro de Documentación del Patrimonio.
Se inició en la Oficina en las labores de limpieza, pero Marianki siempre tuvo potencial para la superación. No fue hasta que el Centro Municipal Universitario abrió la carrera de Ciencias de la Información y Bibliotecología cuando ella vio más cerca la materialización de su anhelo. Era 2017 y entonces trabajaba en el nuevo Centro de Documentación del Patrimonio. Había visto y participado de la atención a usuarios, de la ubicación de los materiales por categorías, series, carpetas y en Arkheia —sistema digital de gestión de archivos— y le gustaba.
Fue así, que siguiendo la recomendación de Margot Durán Cuevas —especialista principal en aquella fecha— matriculó la carrera y asumió la plaza de Técnico en Bibliotecología. Empezaba una nueva etapa: funciones más específicas y complejas que han exigido su total entrega a los estudios y la puesta en práctica de lo que aprendía cada semana. Ahora, un nuevo reto desordena sus papeles y mueve su pensamiento: el cuadro de clasificación y el completamiento de las series documentales y categorías del Archivo Central del Conservador de Trinidad. Un trabajo que desde el 5to año de la carrera que ya cursa, ella vislumbra como tema de tesis.
El camino de Marianki Torres en la Oficina ha sido largo, pero con frutos, y representa todo lo que el amor por el cuidado y conservación del patrimonio puede lograr.
A 24 años, recuerda los primeros días de trabajo. Hoy nuevas metas son su punto de mira, la constante superación es un reto. Ella agradece infinitamente esta nueva oportunidad que la vida le “ha dado, así como el apoyo incondicional y la colaboración”, así lo murmura emocionada Marianki Torres Torres.