
Karen Reyes Aróstica
Desde que en el Centro de Documentación Casa Malibrán del Conservador de Trinidad se decidió comenzar la actividad En diálogo con ele patrimonio, muchos y muy gratos han sido los momentos que hemos vivido y regalado a la ciudad desde el testimonio de los protagonistas más comunes que salvaguardan el patrimonio de esta ciudad. El que vivimos el 5 de agosto se incluye en la lista.
Renato Arrechea, director del conjunto Leyenda Folk, nos permitió adentrarnos en la historia de su vida y su familia, que camina en paralelo con le desarrollo de su grupo danzario. “Los que fundamos Leyenda Folk, el 90 porciento somos de la zona de Santiago y en proporción casi todos somos familia. Unos más allegados, otros más lejos, pero en sentido general familia: los Arrechea, Lugones y Sánchez. En la actualidad se mantiene esta característica”.
La idea de crear un proyecto que integrara a desvinculados y personas vulnerables de esta área de la ciudad surgió de lo que había visto en las comparsas de Sancti Spíritus, en los bembés, tocando en las comparsas de aquí. “Entonces hablé con mi mamá, y con amador Ramírez, (ambos fallecidos) y me dijeron que sí, que buscara la gente. Yo teniendo en cuenta la masificación de la cultura de la que hablaba Fidel Castro, escogí el 13 de agosto para crearlo, porque mi abuela fue de las privilegiadas que habló con Fidel cuando vino en 1959 a desmantelar la Operación Trujillista. Además, mis sentimientos hacia la Revolución”.
Cuando le preguntamos por las energías que requirió la idea, las fuerzas que tuvo que emplear, entre risas comentaba que fue más una tarea de paciencia, porque la característica esencial de los muchachos era la rebeldía si se les trataba de imponer las cosas. Ellos debían regresar cada día a las clases, respetar el horario, aprender a estudiar… por lo que la energía la concentró en tener paciencia.
“Veníamos de familias muy pobres. Mi papá me enseñó a ser flemático, y me decía que quien quiera lograr algo, si se impone no lo logra, si lo explica tiene un avance y si lo asimila, tiene dos”, una confesión que por primera vez hace en público y que desde En diálogo con el patrimonio agradecemos.
¿Has pensado en proyecto con los niños?
Ya casi al final de esto tiene que venir el relevo yo estoy preparando varias personas y me he buscado un buen pitcher. Él no es de Trinidad, pero sabe que tienen que venir a vivir a Trinidad para que esto progrese y florezca. Y con los niños hemos tenido ya un acercamiento con los de secundaria básica para que vayan creciendo y aprendiendo en estos bailes que distinguen a Trinidad.
Hay que preparar el futuro, poque hay algo peligroso en esto (los bailes folclóricos en Trinidad). No hay mucha preparación. Trinidad es la tierra del tambor, pero no hay tumbadoras, y eso entraña un peligro, porque dentro de tres o cuatro años no tendremos comparsas. Y si algo no se puede perder en Trinidad es esto. La cultura aquí es como las casas. El día que se pierdan esas tejas, dejará de ser Trinidad. Fíjense la importancia que tiene tocar el tambor. Y nosotros tenemos que seguirlo diciendo a todas las personas.
La cultura es lo más importante para los pueblos.
¿Por qué el nombre de Leyenda Folk?
Inicialmente me dijeron que le pusiera los Arrechea, porque éramos muchos. Entonces yo le dije a Amador (Ramírez) que había que ponerle un nombre que fuera común a las casas, a Trinidad, y él me dijo, vamos a ponerle Leyenda Folk. Nunca le hemos cambiado el nombre.
Ante la pregunta de si baila o coreografía, nos dijo: “Yo bailo poco ya, me dedico más al control, y en mi familia muchos fueron bailadores de las danzas afrocubanas como la columbia y el guaguancó”.
Muchas han sido las actividades y los eventos en los que se ha presentado renato Arrechea Y Leyenda Folk, pero tres marcaron la memoria de este grupo. “Una en Violeta, en un pueblo de cuatro calles, donde acuden todas las provincias orientales y la única que va del centro es Sancti Spíritus. Ha sido muy emocionante, porque hemos podido mostrar todo lo que sabemos de la cultura cubana. Luego fuimos a Guanabacoa, a la meca del folclor, y tuvimos la posibilidad de trabajar en casa de Armenteros, uno de los babalaos más grandes de Cuba, con más de 200 ahijados. Y nosotros estuvimos en su despacho, hicimos un coro de voces y cantamos varias cosas y él quedó impresionado pero su fiesta de santo era el 24 de junio. Y la última fue la fiesta del fuego en 2017. Nos tocó trabajar a las 2:00 am, y las personas no querían que nos fuéramos. Hicimos casi todo el repertorio, con un solo cantante y allí mostramos lo importante que era vivir en Cuba. Y en Santiago somos líderes, porque el Congo y el yoruba que nosotros tocamos y bailamos, no se baila del centro hacia el oriente. Y no es que lo diga a título personal, es que lo hemos visto en los eventos.”
El vínculo con Fidel castro viene de familia y desde el arte. A los 15 años del conjunto fueron a Birán, el lugar más importante de Fidel. Y allí tocamos y bailamos para congratular a Fidel. Esas cosas nos inspiran, me dan tranquilidad y nos da fuerzas.”
Pero no todo ha sido aplausos en el camino de las danzas congas trinitarias. Aunque se presentan en el Palenque de los Congos Reales, allí no tienen suficiente espacio, ni las condiciones que requiere este conjunto. “Y eso va influyendo en el sentir de la gente. Nosotros acabamos de tener una evaluación exitosa, muy contradictoria a lo que creían. Trabajamos fuerte para eso. Aunque hay tristezas que no se olvidan, como la plantilla de bailarines que se quitaron y que no se han vuelto a poner, porque son hombres con los que uno tiene que seguir trabajando, que vive como todos tiempos difíciles.”
Renato Arrechea es de los que profesa el culto a la cultura. “Si no conoces la cultura de un país, estás fuera de todos los términos porque no tiene de qué hablar. Por eso cuando regresé a Trinidad empecé a investigar, a preguntar… y aquí estoy, haciendo las funciones de maestro. Algo que me encanta en mi vida.”