Jóvenes arquitectos gestionan el patrimonio trinitario

Diseño: Rubén Cartaya

María Antonia Turiño Pérez

La llegada de jóvenes arquitectos al Departamento Técnico de la Dirección del Plan Maestro del Conservador de Trinidad ha hecho resurgir un novedoso pensamiento de trabajo que se expande por toda la ciudad trinitaria.

Si antes el compromiso de la institución era intervenir puntualmente inmuebles o áreas complejas en su manejo por el valor patrimonial, interés arquitectónico o impacto a nivel social, ahora se ha trazado una nueva estrategia cuya intención es extender los procesos restauradores a todas las zonas del municipio y así impactar a nivel urbano.

El cambio en la dinámica de trabajo pudiera vincularse con la edad promedio del Departamento que oscila entre los 23-38 años. Y es que la mente fresca y todavía llena de los conocimientos académicos, resulta una inyección de productividad y motivación.

Los resultados ya se notan. La calidad y el gusto estético de sus proyecciones están presentes en las acciones relacionadas con la señalética, luminaria y recogida de desechos en las calles, así como en las intervenciones de la farmacia “La Purísima”, del círculo infantil “Guerrillerito del Escambray” y de las escuelas “Pepito Tey”, “República de Bolivia” y “Julio Sotolongo”.

El proyecto de imagen de ciudad no se reduce solo al diseño de propuestas basadas en el mantenimiento de las aceras y empedrados, la carpintería y pintura de las fachadas del Centro Histórico, sino que, en equipo, han generado procedimientos que consisten en restaurar sectores o áreas, incluso si no pertenecen a las 48,5 hectáreas de la Zona Priorizada para la Conservación (ZPC), como los accesos a la localidad a través de las carreteras de Cienfuegos, Casilda y Sancti Spíritus o la rehabilitación de la Ermita de la Popa.

Además, en apoyo a este rescate y protección de la urbanidad, el Departamento Técnico, bajo la supervisión de la arquitecta Arianna Domínguez Camacho —galardonada con el Premio de Restauración por el grupo de arquitectura y urbanismo de la cátedra “Gonzalo de Cárdenas” de Arquitectura Vernácula, en 2018— se ha propuesto el reto de inventariar todas las viviendas trinitarias en busca de los problemas existentes con la meta de erradicarlos. Para esto se hará un estudio de las características de cada una de ellas.

Por otra parte, para este 2021 se proyecta la fabricación de un Hogar Materno en la anterior Escuela de Enfermería ubicada en la calle Alameda y un Centro de Salud Mental en la intercepción de las calles San Antonio y Real, con el propósito de lograr una mejor utilidad de esos inmuebles, así como la reparación del Cementerio Católico y la sede del Partido Municipal.

Igualmente, se cuece una atractiva propuesta de Mercado Artesanal en la Plaza 13 de marzo. Este edificio se construirá con la finalidad de concentrar a todos los artesanos de la ciudad en un espacio de comercialización común y organizado, complementado con ofertas gastronómicas. Estará estructurado por zonas de almacenamiento, estantes de ventas privados, sitios de boutique y orfebrería.

Numerosas son las aspiraciones de este equipo de jóvenes arquitectos, ingenieros, presupuestistas, sociólogos, especialistas y técnicos para este año y los venideros. Esto, unido a los resultados alcanzados hasta el momento, evidencia su ardua labor por mejorar las condiciones del terruño.

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