
Por: Ana Claudia López Ferro
En tiempos tan presurosos y cambiantes, donde la vida agitada te obliga a no mirar atrás, urge rescatar la memoria histórica de los pueblos. Ella es ancla y motor; representa no solo el pasado sino también una línea enfocada hacia el futuro.
Marín Villafuerte, quien fuera el primer historiador de la ciudad, consagró su vida al estudio del origen y los procesos que durante cuatro siglos vivió la villa. Fue el responsable de las arduas investigaciones que luego recogió en su libro «Historia de Trinidad», hoy bibliografía obligatoria para quienes siguen sus pasos.
Manolo Béquer también dedicó su existencia no solo al estudio de la historia de Trinidad sino también al rescate de su patrimonio tanto material como inmaterial. Fue el presidente de la Asociación Protrinidad, y durante toda su vida fue fiel a las palabras con las que describía a dicha sociedad: «Trinidad: lo que fue, es y será». Su labor es un antecedente a los trabajos de restauración y conservación de la villa, y a la concientización de la importancia de los fidedignos recuerdos que componen el devenir de la misma.
Su sucesor, Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara, fue otro amante de la historia. Su pasión lo llevó a consultar archivos en Sevilla, España, que esclarecieron los inicios de la conquista en Cuba y América, así como los orígenes fundacionales de la Villa. Un hombre de eterna elocuencia, de mesura y encanto al hablar. Recorrer junto a sus interlocutores los senderos históricos de la ciudad a través de su memoria lo reconfortó en sus últimos años. Se interesó por el rescate de las tradiciones y creó la semana de la cultura trinitaria.
El cuarto fue Manuel Lagunilla, historiador de pueblo, como él mismo se llamase en una entrevista que hace unos años regaló a la revista Tornapunta. Quizá su contacto desde niño con Villafuerte, Béquer y Fernández de Lara lo hicieron amar de manera desmedida el pasado de esta villa. El abogado por enseñanza, se preocupó por despertar el sentido de identidad y de pertenecía de nuestro pueblo.
Desde hace algunos meses la tarea de preservar y promover la memoria histórica trinitaria está a manos de Bárbara Venegas, filóloga y estudiosa de las costumbres y las tradiciones de la ciudad. Nuevos proyectos, como la Casa del Historiador, ocupan hoy las metas de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Quien ha tenido el gusto de mantener una conversación con Venegas, sabe que su amor por esta ciudad es infinito, que su vida ajetreada entre los archivos y su andar apresurado no es más que el resultado de una existencia dedicada a la investigación y el saber. La primera mujer Historiadora de la Ciudad, no podría estar en mejores manos.
¡Feliz día a todos los especialistas y a todos los amantes de la historia local, sobre todo a aquellos consagrados a preservarla!
Primer historiador: Francisco Marín Villafuerte Segundo historiador: Manolo Béquer Tercer historiador: Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara Cuarto historiador: Manuel Lagunilla Quinta historiadora: Bárbara Venegas