Eco-Valle: una propuesta para la producción agrícola ecológica en entornos declarados Patrimonio de la Humanidad

Odalys Rodríguez Rodríguez

Los proyectos de desarrollo local potencian la incorporación del sector privado en las prioridades municipales, respaldando las nuevas iniciativas nacionales de descentralización y estímulo productivo en Cuba. En la actualidad la demanda de alimentos ha aumentado debido al incremento del número de habitantes y el trabajo por cuenta propia (TCP) en el sector turístico.

La zona del Valle de los Ingenios se caracteriza por la existencia de tierras fértiles para cultivos varios y el desarrollo de la ganadería. Constituye el escenario propicio para que se lleven a cabo proyectos de desarrollo local como Eco-Valle, una propuesta del Lic. Orelbis La Villa Rodríguez para trabajar la producción de alimentos en una zona priorizada y declarada por la Unesco como Patrimonio Mundial. El objetivo del proyecto es establecer un equilibrio entre el aspecto social, económico, cultural y medioambiental, para la sostenibilidad del turismo,  articulado con el rescate de antiguos senderos y rutas gastronómicas.

Este proyecto posee una alta pertinencia para la población de Trinidad, debido fundamentalmente al efecto directo sobre la producción de cultivos de fruta, hortalizas y verduras. Además contará con una planta de mejoramiento de hortalizas, que garantizará la inocuidad de los alimentos.  La finca utilizará energía de paneles solares y otras fuentes de energía renovable. Esto permitirá el desarrollo de producciones agro-energéticas sostenibles en la Comunidad del Vallecito para el abastecimiento de productos orgánicos a los establecimientos del municipio.

Otra de las iniciativas es el trabajo con los niños de la comunidad. La enseñanza de técnicas ecológicas como la elaboración de bolas de arcilla Nendo-Dando permitirá repoblar áreas desforestadas tanto de la zona urbana como de la rural. Para su confección se reutilizaran las semillas que se recuperen de las frutas que se comercialicen. También se donarán posturas de hortalizas y vegetales a las familias del entorno, para que cada hogar cuente con una huerta de autoconsumo.

El manejo de nuevas técnicas de cultivo, el uso de fertilizantes naturales y un mejor manejo de los suelos garantizará la obtención de un producto Km 0 de calidad de la mano de los agricultores locales. Cada vez son más los establecimientos gastronómicos que se unen a la filosofía del slow food defendiendo los ingredientes naturales y los ciclos del entorno de donde proceden.  Eco-Valle se propone crear una red de negocios locales que sigan este concepto gastronómico y de este modo contribuir a la sostenibilidad con el medio ambiente.

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