Casa Malibrán, siete años al servicio del patrimonio de Trinidad

Gelson Elián Águila Jiménez*
Hace siete años, en el contexto del aniversario 500 de la villa trinitaria, abrió sus puertas al público la institución encargada de promover la información patrimonial, técnica e histórica de la ciudad: el Centro de Documentación del Patrimonio. La institución es acogida por un singular inmueble, que, además, aporta historia a la sede, el cual recibe el nombre de «Casa Malibrán» en alusión a sus antiguos propietarios.
La edificación, que es un ejemplo representativo de la arquitectura local, construida inicialmente como vivienda en la segunda mitad del siglo XVIII, es de los pocos inmuebles con falso techo en forma octagonal, cubierta de madera a cuatro aguas y muestras de pinturas murales, así como balcones totalmente cerrados, ventanas de persianería francesa y otros elementos de madera al estilo neoclásico que resultan, en su conjunto, exponentes únicos en la villa.
El valor patrimonial e histórico del Centro no es, por supuesto, lo único que vale la pena destacar, pues desde su concepción ha sabido cumplir perfectamente la empresa que le fue asignada. Para ello se ha valido de disímiles actividades culturales como la presentación de muestras documentales y el espacio mensual «En diálogo con el patrimonio» que han servido para vincular e interactuar con el público interesado en temas de conservación y cuidado de patrimonio material e inmaterial en la ciudad de Trinidad. Aquí también se coordina el Taller de Gestión Documental y Restauración de Papel con el objetivo de implementar acciones de preservación a valiosos documentos identificados en diferentes instituciones.
Durante el periodo de cuarentena provocado por el nuevo coronavirus en la Isla, la Casa Malibrán no cesó sus labores y llevó a cabo la organización del concurso de fotografía «Trinidad en Tiempos Modernos», que tiene como principal característica la modalidad de foto digital valiéndose de las herramientas que ofrece la conexión a Internet. Su objetivo fue recopilar imágenes de hechos culturales de la ciudad por parte de los participantes y el público en general como: el sepelio de Pedrito González, la visita de Polo Montañez a Trinidad, las procesiones de Semana Santa y la recuperación de una imagen del pintor naïve, Caracusey.
En esta institución radica el Grupo Editorial de la Oficina del Conservador que edita y gestiona la revista Tornapunta y los boletines Jurabaina y La Abeja. Uno de los principales logros ha sido la puesta en funcionamiento tanto de la página web —la cual está cumpliendo un año de creada este enero— como de las redes sociales de la Oficina, con alcances milenarios en sus publicaciones que han permitido una mejor retroalimentación entre la entidad y su comunidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, el desarrollo de una estrategia de comunicación se convierte en uno de los principales retos para «Malibrán» en los próximos años, así como la explotación de todas las bondades del sistema Arkheia y retomar el Taller de Gestión Documental, este año con carácter nacional en coordinación con la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador del país. Como principal evento destaca el Seminario Iberoamericano de Arquitectura y Construcción con Tierra (20° Siacot) que se estará celebrando del 8 al 12 de noviembre de 2021.
Otro de los objetivos que persigue la institución es la digitalización de toda la biblioteca y documentos de la Casa Malibrán que cuenta con colecciones de diferentes autores reconocidos en la ciudad, nacionales e internacionales, además de toda la información técnica que posee sobre las labores de conservación y restauración que se realizan dentro y fuera de Trinidad.
*Estudiante de Letras de la Universidad Central “Martha Abreu” de Las Villas