¿Qué había en las farmacias de Trinidad en la etapa republicana?

María Antonia Turiño Pérez
Utensilios, listas de medicamentos, formularios de venta, etc. pertenecientes a la antigua farmacia “Dr. Rafael Bastida y Altunaga” —ubicada en la esquina que unía las antiguas calles de Alameda y San Procopio hace casi un siglo atrás— quedaron en exhibición al público trinitario a partir de este 10 de febrero en el Centro de Documentación del Patrimonio «Casa Malibrán».

La muestra documental —que ocurre cada dos meses en esta institución— parte, en primer lugar, de una investigación realizada por la Licenciada en Historia Claudia Elena Valdivia Valmaseda la cual ofrece nuevas luces sobre la historia y el funcionamiento de estos establecimientos en la ciudad durante el periodo mencionado.
Además, la exhibición cuenta con reliquias originales pertenecientes al trinitario Julio Nelson Bastida Miranda, sobrino del propio Bastida Altunaga, dueño de la farmacia, quien accedió a prestar parte de su patrimonio familiar.
Gracias a ello se pueden observar utensilios que sirvieron para la elaboración de envases y medicamentos como: “el Caimán”, que se utilizaba para fabricar las tapas de los frascos; y “el Pirdulero” con el cual —como su nombre lo indica— se hacían las píldoras. Asimismo, puede ser apreciada una serie de frascos donde se almacenaban las medicinas y el libro de administración que recoge los precios, el número y fechas de ventas.
Esta farmacia contó con un avanzado laboratorio que poseía un departamento de productos biológicos y obtenía mercancías de primera calidad, en el que se realizaban diferentes análisis. Todo esto, sumado a la gran diversidad de medicamentos que ofrecía a sus clientes, la llevó a ostentar la categoría de excelencia.
También se podrán apreciar en la exposición, durante todo el mes de febrero, recortes de periódicos que contienen fotos y características de esta y otras farmacias como «La Purísima» y la de «María Trinidad Morte y Echaniz».
Fue en el periodo neocolonial cuando las boticas —como se les llamaba entonces— junto a las nacientes empresas de medicamentos, se hicieron cargo de la comercialización y producción de fármacos en toda Cuba.